Nos hemos levantado a buena hora, a la misma hora que todos los vecinos del barrio alforjero. Tanto que hemos coincidido para desayunar con dos matrimonios holandeses (de la edad de nuestros padres). Ellos van remontando el mosel (con el viento a favor no tiene tanto mérito, mamone). Hay muy buen «feeling» entre bicicletas, y el desayuno ha sido una tertulia bastante agradable, hasta Lalá ha hecho algún chiste en inglés (y se han reído!). Tras despedirnos y preguntarles por nuestra etapa (salir de las ciudades nunca es del todo fácil y cualquier consejo se agradece) hemos empezado el camino.
Con gasolina vamos rodando por la margen izquierda con fresquito y a buen ritmo. Coincidimos con una visión del futuro. Abuelos, mirad lo que van a hacer Jose y Ana con vuestro nieto :).
Llega un momento en que el camino bueno va por la margen derecha, así que cruzamos un puente (el mosel es un pedazo de río a estas alturas y cambiar de orilla conlleva subir un cuestón …). Comemos ligero y la digestión la hacemos entre viñedos cultivados en pendientes imposibles (no imagino otra forma de recolectar esa uva que no sea haciendo rappel), !las viñas están plantadas en las paredes de la montaña!.
A parir de aquí el viaje se nos ha hecho un poco largo, llevábamos viento de cara, hacia un poco de calor y hemos tenido que parar a meter los pies en el río y tomarnos un helado (que vida más dura oiga), además, según la guía, la etapa era de 61 km y hemos hecho 73….y eso que no nos hemos equivocado (casi).
He leído todo, que alegría tener noticias y tantas fotos!!! Por cierto preciosas. Que sitios tan bonitos. Hay que reconocer que la ruta está bien elegida. Y os alimentarse bien… Vaya pinta la de la ensaimada o Lo que se sea…. Un abrazo a los dos. Y buena etapa para mañana. Por donde ireis???