Como era de esperar , después del surrealista aterrizaje en “Memorias de África” y después del pastizal que nos ha costado, dejamos el hotel a las doce en punto…y tras otra larga ducha.
Hoy estamos eufóricos, nos vamos a encontrar con Jose, Ana y el enano. Ellos salen hoy de Wedel hacia Kolmar. Nuestro plan el coger un tren desde Hamburgo (donde después de todo el esfuerzo no hemos podido hacer la revisión de las bicis) y acercarnos lo máximo posible en tren.

Así, llegamos a Glücsktade. Es un pueblo muy bonito que se encuentra a orillas del Elba. Recuerda un poco a los pequeños pueblos holandeses : calles adoquinadas, banderines como si estuviesen en fiestas, canales, puentes pequeñitos de madera, bicis aparcadas. Tiene un pequeño puerto y edificios de ladrillo rojo , de tipo industrial, que debían haber sido utilizados como almacén para las mercancías.
Desde luego es el paraíso de los moteros, no he visto nunca semejante concentración de motasssssos (como dice mi sobrino). En su mayoría Harley-Davidson, espectaculares. Un rato echa aquí Mire ¿Eh?

Hace un día caluroso, el primero desde que estamos aquí. Un paseo super agradable a la orilla del río y encaramos hacia la ciudad de la fortuna.

¿Como resistirse a un biertgarden repleto de moteros? Algo bueno daran aquí.
¡Que suerte! ¡Bocadillo de arenques!
Y disfrutando de las vistas, de la cerveza y del curioso ambiente ¿Que es eso?
¡¡¡ Un banderín pirata se mueve por allí!!! Ese Paco que se le levanta y a pleno pulmón : EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE, CUÑAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAO
No veas que ilusión hace encontramos aquí, por Dios estamos los cinco juntos y echamos a correr, besos y abrazos y estrujón al enano. Se alegra mucho de vernos y claro, baba caída totalmente.
Nos estrenamos con otras cervezas, salchichas, kartofelr salat y algún otro pescado de esos.
Nos ponemos al  día y a rodar todos juntos hasta el camping.

La llegada al camping ha sido buena, salvando que hemos tenido que vigilar las compuertas para que las ovejas no se escapen…bueno y rodar unos km con su paja y su estiércol, je, je.
Todo nos hace ilusión, el camping es muy bonito y con Jose todo es nuevo para nosotros. Aunque hemos ido a muchos sitios con Jose y Ana, es el primero al que vamos con él. La tienda, la silla, la piqueta, la ducha…todo es mucho más divertido.
Sus padres se las agencian para arreglarlo, Topaco se agencia una cerveza con la ayuda del dueño del camping.
Cenamos al fersquito en el ” paseo marítimo ” del río y a las tiendas.
Un día muy chulo.