Hoy toca una escapada Amsterdam, que hace mucho calor y estamos con las piernas y los culitos cansados. Vamos bien de tiempo así que nos vamos a ver la ciudad que nunca duerme.
Desayunamos, cogemos las bicis y nos encaminamos a la estación, a ver los horarios (fácil, salen varios trenes a la hora hasta las cuatro de la mañana…igual que en Almería)
No sé que puedo contar de Amsterdam…que hay verla esta claro. Es impresionante la cantidad de canales, me ha sorprendido muchísimo, pensaba que habría canales en el centro o algún barrio pero no esa barbaridad. Es un abuso de lo bonita que es, no caben más bicicletas, flores, barcas, casas que se tuercen, pilares de madera, mucha gente y muchas muchísimas cosas por ver. Además, creo que el hecho de ir con nuestras bicicletas no hace si no mejorarla y darle un poco de magia.
A medio día, para huir del sol que nos caía nos fuimos a ver un museo…EL HEINEKEN. Brillante idea, fresquitos y convidados a una cata de cerveza y a otro par más en el bar del Museo…¿a quien no le va a gustar?.
Salimos tan contentos a continuar paseando: el barrio rojo, la catedral, canales, el mercado flotante de flores…
A eso de las nueve , cogemos un atestado tren de vuelta, compramos unos yogures para la cena y al camping. Han sido unos 30 km de paseo por la ciudad y al final estamos cansados, el turismo é azin.
Precioso día.

Hoy no hay track.

Pero sí muchas fotos: