En cuanto hemos podido hemos empezado a rodar. Sensaciones buenas, aunque yo me peleo con mis alforjas y Paco con su «pacarro», pero muy contentos y muy ilusionados.
Como no puede ser de otra manera, acordandonos a cada pedalada de Jose y Ana
-¿Te acuerdas de cuando en el Danubio….?
-Ellos no se habrían dejado la guía.
Y así todo el rato.
Queríamos llegar a Perl, pero recordabamos que no tenía camping, y como estamos fuertes preferimos quedarnos en otro pueblo que si que tiene y reservarnos la habitacion para cuando estemos más cansados o haga mal tiempo. El camping es muy bonito, pequeño, tranquilo, en el mismo río. Montamos, ducha y a buscar una cervezaca, que nos la hemos ganado.
Eso sí, estamos en la frontera, pero esto todavía no es Alemania. Las cervezas no son todavía las que recordamos. Eso sí, no seré yo quien le haga ascos a una Kronenbourg o a una Heineken. Como de costumbre nos está costando acostumbrarnos al horario centro europeo. Yo lo de comer a las 12.00 – 12.30 no lo veo, y eso que a mi me gusta comer pronto (pero peaso mamone, si a las nueve os habéis comido un croasan, que yo os he visto, ¿Cómo estáis pensando en comer las doce?). Cuñao, lo del kebab muchas veces es por obligación 😉 (el hoy tenía wifi, además, Lalá ha entrado en barrena, las piernas ya no le respondían y lo primero en aparecer ha sido kebab,….que le vamos a hacer.
Las fotos:
Estamos uno con el PC y otra con el teléfono. Esto de poder veros y que nos conteis cosas de vuestro viaje, saber por donde vais.. es fabuloso. Me encanta!!gracias pareja.