Malito es nuestro coche, un Citroën C2 de color negro (sí, que pasa, tiene nombre).

Pues hace ahora como un año que se le fué el ventilador del habitáculo. Una de esas averías que te joden la vida, el coche funciona, intuyes que te va a costar un riñón y te da miedo ir a preguntar cuánto cuesta arreglarlo. Por esto, por pereza y seguramente porque dedicamos el dinero a alguna otra cosa, pasamos todo el verano pasado sin aire aconcicionado: un auténtico infierno. Así que Lalá lleva cosa de un mes dándome sutiles “toquecitos” en plan: “Paco, el mes que viene me quito de lo que sea pero arreglamos el aire  acondicionado”. Así que me fuí a la citroen y les pedí presupuesto: El ventilador 200 leuretes, la mano de obra 100 leuretes, en una hora lo tienes listo….

PUÑALADA

Lo que imaginaba. Me imprimen un papelito, les pido el teléfono para concertar una cita para el mes que viene y me voy cavilando para mi casa. ¡¡¡¡CAWENTODO 200 LEUROS UN VENTILADOR!!!! ¡¡¡¡ES QUE LO HACEN DE ORO!!!!

Bueno, lo que viene ya os lo podéis imaginar: ESTO LO CAMBIO YO POR MIS COJONES.

Lo malo es que ya lo había intentado (sin resultados) antes. Resulta que el ventilador está en el hueco más inaccesible de Malito, al fondo de la consola, lejos, detrás, escondido, ¿cómo carajo se saca eso? ¿tengo que desmontar medio coche?. Argh.

Pero por partes:

PASO 1: Pasarme por un desguace y preguntar por el ventilador, llego a un mostrador, pregunto por el cacharro, el tio se va sin mediar palabra y aparece con esto:

Me dice: puede variar dependiendo del modelo, lo mejor es que traigas el viejo y así vemos si es el suyo. Yo le digo que OK, que si le importa que le haga una foto para compararlo y venir a por el motor si me cuadra. No problem. ¿Precio? 30 euretes.

PASO 2: Vuelta a casa y al miedo de sacar el ventilador. ¿dónde carajo tiene ésto los tornillos?. Me pongo a mirar las fotos que le he hecho al ventilador en el desguace y ¡oh sorpresa! no lleva tornillos, va “enroscado” y con una pestañita. Guay, mejor, más facil.

PASO 3: Me pongo manos a la obra, el ventilador está escondido muy escondido, detrás de todo, detrás de la consola, por detrás de los pedales, Malito es un coche pequeño, yo soy tirando para grande. Tiro los asientos para atrás, me retuerzo, me retuerzo más, la cabeza debajo del volante, los piés en el maletero (Malito es MUY pequeño), el asiento se me clava en los riñones, estoy apoyado  en la nuca, sudo, el frontal se me resbala, no veo un carajo pero lo consigo: CLAC!! se ha desencajado. bien, tiro de él y listo..jejejjajsjajsjajejejejajsjasjasja. está desencajado pero no sale ni a la de tres: lo muevo todo, aprieto el acelerador para hacer un poco de hueco, suelto el volante para que la barra de dirección tenga un poco de juego, pruebo, sale un poco, se encaja ¡Cuantos salientes tiene!, pruebo otra vez, sudo mucho, me retuerzo, duele el riñon, sigo intentándolo…. media hora y miles de improperios después sale. uffffffffffffff. Vale, es el mismo, mañana a las 9.00 estoy en el desguace lo compro y lo cambio.

Pero claro, la curiosidad mató al gato, subo el motor a la casa, ¿lo pruebo?. Venga, lo enchufo a la fuente de 12v. cable rojo, cable negro, …. FUNCIONA. NO-ES-EL-VENTILADOR. Quiero llorar, ¿dónde está el fallo?. Previamente ya desmonté la consola y los mandos para ver si había algo quemado, pero todo parecía estar bien. Maldición, voy a tener que palmar en la Citroen -argh-. Total, ya puestos le doy un limpión, lo engraso con un poco de WD-40 y me propongo volver a instalarlo (meterlo en su sitio va a ser una odisea).

Llego al coche, me pongo darle vueltas y a seguir cables, y de repente llego a un conector que está mas o menos en el mismo sitio que el ventilador pero por el lado del acompañante. Un tornillo, dos clavijas, desarmo, saco, y sale esto:

¿Esto que es lo que es?. Sigo desmontando, quito la carcasa de plástico negro, aparece un circuito, lo miro, lo remiro y……..¡¡¡HAY DOS SOLDADURAS SUELTAS!!!. Esta es la mía, subo a casa, punto de soldadura, estaño y flux como si no hubiera mañana, limpio, encajo, bajo a coche, lo presento todo y

Volver a encajarlo todo fué otro suplicio, pero hecho con otro ánimo. Una hora después el ventilador volvía a estar en su sitio.