Avignon la ciudad de los Papas


Desayunamos anca Jose y Ana. Nosotros ponemos la cafetera y ellos la tostadora. Tiene gracia, sólo han pasado cuatro días y ya vamos cogiendo la rutinilla de las caravanas. Utilizaremos el día para visitar Avignon, que resulta ser muy bonita. Tiene una muralla impresionante que se conserva entera y encierra el casco histórico, mas de 4,5 km. de piedracas. Avignon es la ciudad de los Papas Franceses; que andaban de peleas con los de Roma. Que si yo soy el Papa bueno bueno, que si el verdadero soy yo, pues te excomulgo, pues si es que en la France rezáis con un acento muy raro. Y mientras tanto aprovechamos para hacernos una muralla, un castillazo y un pedazo de puente que lo flipas, a ver si se van a creer los del Vaticano que aquí estamos mancos (eso sí, la puente se les quedó a la mitad, se conoce que el Papa del momento se fué de vuelta para Roma y se dejó el puente hasta la mitad del río, lo que es muy útil para campuzarte, porque para otra cosa…). Paco dice que el puente se construyó entero, que tenía más de veinte arcos y que se lo llevó una crecida del Ródena, pero a mi me parece bastante mas creíble mi teoría.

El día es muy muy caluroso, Jose y Ana se toman un granizado y se vuelven al camping. A nosotros todavía nos quedó andar un rato bajo el Lorenzo para llegar a la furgo, pero bueno, esas son las anecdotillas para las cervezas.

Aprovechamos lo que nos quedaba de tarde para buscar un poco de fresco en algún Carrefour decadente tipo Copo y terminar las comprillas que teníamos pendientes. También tuvo su gracia ver como a nuestra cajera la sustituía su madre y a los que iban delante nuestra les regaló la caja de seguridad porque ella no sabía abrirla. Un número también digno de contar con unas cervezuelas.

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