Salou – Montagnac – Chateauneuf du Pape


Tambien resultó un día duro, salir de España no es tan fácil. Aunque nos levantamos con mucha ilusión (la verdad es que levantarte en tu propia caravana es un auténtico lujo), los kilómetros, el calor y la indecisión se hacen duros.

Hace mucho muucho calor, hay mucho tráfico, retenciones y obras que nos desvían. Tanto nos demoran que tenemos que recurrir al plan B y luego al plan C. Nuevamente: ¿dónde paramos?. Hay que buscar un camping porque son las nueve y cierran a las diez, damos un par de vueltas y encontramos un camping de ensueño….. fully booked. YO TE MALDIGO MURPHY. Vamos mal de tiempo y nos remiten al camping municipal, lo encontramos casi a las diez y mientras Jose se pelea con la recepcionista para que no eche la barrera, a nosotros nos toca desenganchar la caranavaca para maniobrar y dar la vuelta en un carrilillo (por dos veces,… o tres, he decidido olvidar).

El camping está bastante aceptable excepto los baños que son tipo agujero en el suelo, pero estamos muertos otra vez, así que no nos importa. Podemos ducharnos y enfriar las coca-colas para la siguiente jornada. Cenita y a dormir.

 

El dia siguiente es otra cosa. Así si se puede viajar, menos kilómetros y estamos en el camping a la hora de comer ¡que lujo!. El camping está entre viñedos a modo Falcon Crest. A mi me recuerda muchísimo a Italia, a Paco a Extremadura (Sostiene que Rusell Crow es Extremeño?!). Enre viñas, con cipreses a lo largo del camino y una entrada de piedra; no se quien me va a recibir, si Angela Chaning o Gladiator.

El camping se llama “el arte de vivir” (L´art de vivre) y el nombre le va al pelo: sombras por doquier, un río, hiedras, un bar estupendo al que no podemos ir a comer por no adaptarnos al horario francés, pero si llegamos para una cerveza (aguachirri mas bien, esto no es Alemania, a partir de ahora pediremos vino). Nos damos un baño en la piscina, un paseo en bicicleta a lo largo del río para que el Bicho corra, una buena ducha y una excursión al pueblo para cenar. Amigo, esto es otra cosa. ¡Esto no es Salou!. Tanto nos gusta que haremos otra noche para al día siguiente hacer un poco de turismo, iremos a Avignon y haremos alguna compra de cosas que vamos echando el falta (WD40, un alargador y distintos enseres; ¡somos novatos!)

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *