Etapa 7. Coblenza – Remagen. 50 km “Estrenamos el Rin“


Esta mañana iniciamos la segunda fase de nuestro viaje abandonamos el Mosel y continuamos nuestras andanzas.

Han sido sólo 50 km, pero la climatología y la mecánica han conspirado contra nosotros: un viento en contra (otra vez!!), que a ratos a sido duro, un sol que cae a pellejos y un ruido…km…un ruido…un ruido…¡¡Por Dios, voy montada en un Grillo en lugar de en una bicicleta!!..siiiiiiiiii, el freeeeeeeeno. Por más que hemos parado y lo hemos intentado…un ruido…el Grillo…el GRIIILLOOO. Y es que es un ruido que me machaca el cerebro y me frie diciendo “te freno, te freno, te freno“ y yo obsesionada con el maldito Grillo que se merienda toda mi inercia, he tenido que parar en un taller, una vez colmada la paciencia de Paco.

¿¿de donde viene ese ruido??¿¿DONDE ESTÁ EL GRILLO??

 Damos con el taller, intenta matar al Grillo y mientras esperamos, flipamos con las bicis que tienen. Salimos de allí con un trato: el próximo viaje lo hacemos en una de éstas y ¡Menos mal! Porque casi salgo con una bici nueva puesta, je, je, que vicio más malo hermano, me ties envenená la sangre con las bicicletas.
Salimos y …el Grillo!! Nooooooooooooooooooooo. No puede ser, paramos por enésima vez y en acto de genialidad de Paco, parece que dejamos el ruido atrás, los últimos 20 km son mucho más relajados.

Nos permiten disfrutar del paisaje, espero que el bicho no se suba más a mi bici.

Al llegar a Remagen montamos la tienda, nos damos nuestra ducha (jeje, ya si que tenemos rutina) y vamos a pasearnos por el pueblo….que sooorpresa…. otro pueblo bonito, que raaaarooooo. Cena y helado de limón (eso ahuyenta a Mostuita)

Lalá y Mostuita jejeje

El track:

Las fotos:

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *